El suelo se cubre de ocre sin pudor los árboles se desnudan la brisa violenta las cabelleras en la pasión de un rojo que ya anuncia la noche Camino o floto, nunca lo sabré sobre un mosaico de hojas que crujen y ya no sufren tras mi pasar apurado Infinitas hojas de oro como galletas vegetales en cuyos surcos está escrito nuestro porvenir En el Otoño debajo de cualquier piedra de seguro se encuentra la cifra del Universo
Otoño
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